logopedia

La logopedia es la disciplina que se ocupa de explorar la expresión oral y escrita.

Es la encargada de dictaminar el trastorno del estudiante y realizar el tratamiento específico para resolverlo. Es también la responsable de cuidar las patologías de la voz y la disfuncionalidad orofacial.

La comunicación verbal necesita llegar siempre de forma clara y, por eso, la dicción debe ser siempre clara y comprensible.

¿Qué diferencia existe entre habla y lenguaje?

EL HABLA ES LA “FORMA DE LA COMUNICACIÓN” REFERIDA A LA EXPRESIÓN DEL LENGUAJE:

  • La pronunciación y articulación de todos aquellos sonidos que contiene cualquier lengua (Fonología/Fonética).

EL LENGUAJE ES EL “CONTENIDO DE LA COMUNICACIÓN” REFERIDO AL MENSAJE QUE QUEREMOS TRANSMITIR:

  • Léxico del lenguaje: vocabulario (Morfología).
  • Estructuración gramatical del lenguaje en la oración: (Sintaxi).
  • Comprensión del lenguaje, referida a la comprensión de las palabras ya la relación entre ellas: (Semántica).
  • Uso del lenguaje: funcionalidad del lenguaje en distintos contextos (Pragmática).

      pedagogía

      «Enseñar a pensar y cómo aprender es la clave de la educación». Los estudiantes deben aprender a utilizar diversas herramientas y estrategias de estudio que ayudan a fijar y alcanzar sus aprendizajes.

      Pero el sistema educativo no siempre lo tiene en cuenta.

      «¿Por qué necesitamos de la logopedia en edades tempranas»?:

      Pensar que los niños son demasiado pequeños para iniciar una intervención logopédica es una idea inculcada, incluso desde la propia escuela y centros médicos; pero es una idea equivocada puesto que la mayoría de los tratamientos logopédicos requieren una intervención puntual.

      Todos los profesionales de este ámbito sabemos por experiencia propia que los niños y niñas si acuden desde pronto al logopeda, resolverán mucho más rápido sus dificultades.

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      ES IMPORTANTE ACUDIR AL LOGOPEDA CUANDO:

      • El niño/a presenta un retraso del habla y/o del lenguaje, para poder ofrecerle una buena estimulación.
      • El niño/a presenta hábitos inadecuados motivados por diversas causas, para que no los fije con mayor intensidad, ya que cuanto más se tarda en empezar la intervención logopédica, más se fijan esos inadecuados hábitos y más puede alargarse el tratamiento en cuestión.

      Es recomendable empezar a tratar cuanto antes aspectos tan importantes como:

       

      • El retraso del habla y del lenguaje
      • Las dificultades en la articulación y la dicción de los sonidos.
      • El retraso en el aprendizaje de la lectoescritura.
      • Los temas relacionados con inadecuados hábitos orofaciales, que necesitan terapia miofuncional, tales como: “respiración oral, deglución atípica, inadecuado posicionamiento lingual, sellado labial insuficiente, sialorrea (babeo), etc.
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      ¿Cuándo debemos llevar a un niño a realizar intervención logopédica?

      • Cuando hacia los dos años no habla y sólo expresa lo que quiere con gestos.
      • Cuando pronuncia reiteradamente sonidos de forma incorrecta hacia los tres años.
      • Cuando no encuentra las palabras adecuadas para expresar el mensaje que nos quiere transmitir o comunicar, bien sea por dificultades articulatorias o porque no sabe cómo organizar el discurso.
      • Cuando el odontólogo (dentista)/ortodoncista lo aconseja por disfunción orofacial.
      • Cuando la escuela advierte que el niño/a no habla bien o que presenta retraso en el habla y/o en el lenguaje.
      • Cuando tiene dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura.
      • Cuando presenta un trastorno de dislexia.
      • Cuando presenta disfuncionalidad vocal ya menudo llega de la escuela con disfonía (disfunción de la voz) o afonía (ausencia de voz).
      • Cuando presenta difluencia en el habla (tartamudez)

      En edad adulta, ¿cuándo debemos pedir ayuda al logopeda?

      • Cuando tenemos cualquier dificultad en pronunciar algunos sonidos del habla.
      • Cuando hemos sufrido algún accidente vascular cerebral y éste nos ha afectado al habla o al lenguaje (afasia).
      • Cuando padecemos de disfonía, parálisis cordal o cualquier tipo de disfunción de las cuerdas vocales.
      • Cuando sufrimos disfunciones orofaciales que no hemos podido solucionar sólo con el ortodoncista.
      • Cuando tenemos dificultades para emitir algunos sonidos.
      • Cuando notamos que tenemos dificultades en la comprensión lectora.
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      A veces, no hemos ido al logopeda de pequeños o jóvenes, sencillamente, porque nadie nos había advertido de su existencia o necesidad.

      Todos sabemos que cuando ya somos adultos o mayores es más difícil corregir nuestras dificultades y que, incluso en ocasiones, no se pueden corregir, pero nunca es demasiado tarde para intentar solucionarlas; de hecho, muchas veces, conseguimos hacerlo.